¡Buenas gentecilla! Os voy a contar la excursión del día 24 de febrero de 2017.
Bueno, quedamos en la Calle Boggiero a las 8 de la mañana para salir en bus hacia Canfranc. Nos costó entre una horilla y media y dos horas, incluida una parada en medio para almorzar y tomar algo de comida, vamos para coger fuerzas para lo que se nos venia encima.
Una vez en Canfranc, bajamos del bus y nos hicimos una foto todos juntos, para tener un recuerdo de esa bonita excursión. Una vez tomada la foto, era hora de empezar a hacer la ruta o rutita más bien, pues eran solamente unos 4-5 kilómetros por un camino muy fácil de andar, pero lleno de sorpresas que nos dejaba la naturaleza.
El camino era una parte perteneciente al GR 65, también una parte del camino de Santiago, que cruzaba el puente de los Peregrinos a los pies de Collarada; viendo la garganta del rió Aragón, pasando por encima de la central hidroeléctrica de Villanúa y después de ésta se puede encontrar el Dolmen de las Guixas, a unos escasos metros de la Cueva de las Guixas, donde se ve en un mirador el resplandor de Villanua al que se accede a través de una milenaria calzada empedrada.
En el camino encontramos nummulites, que son fósiles, seguramente un cadáver de oveja devorado por algún animal que se la habría comido y solo había dejado sus huesos. Encontramos también unos huevos de mantis, que se llaman ootecas, así como un bunker que se puede usar como refugio, justo al pasar un puente.
Al acabar este interesante camino nos vino a buscar el bus a Villanúa que nos llevó a Jaca para comer en la Ciudadela, donde vimos los ciervos que hay hay en este precioso lugar.
Aquí comimos y descansamos hasta que partimos a Zaragoza. Después de comer algunos echamos unos partidos de fútbol para pasar y divertirnos un rato.
Al llegar a Zaragoza nos fuimos a tomar unas cervezas para reposar y reponer todo el cansancio del día.
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